PARA LA IGUALDAD TENEMOS UN PLAN
Desde CCOO continuamos día a día desde que se constituyó nuestra organización en la clandestinidad durante la dictadura franquista, luchando por mejorar las condiciones de vida y trabajo de las personas trabajadoras y de la sociedad en general.
El sindicato ha sido siempre punta de lanza en la lucha contra las desigualdades y las discriminaciones, parte fundamental de nuestros principios recogidos en los estatutos de nuestra organización con el objetivo de desarrollar un modelo de convivencia basado en la justicia social.
En este sentido, CCOO hace 5 años aprobó recoger en los estatutos la consideración de sindicato feminista. Esto implica asumir de manera transversal con hechos (y no solo con palabras) el feminismo y la perspectiva de género en todas y cada una de sus políticas.
Hechos como la subida del SMI o la aprobación de una reforma laboral que restituye derechos de negociación colectiva, establece mecanismos para evitar el despido en situaciones de crisis y ataca la temporalidad, la parcialidad involuntaria y la irregularidad en la contratación.
Esta reforma tendrá un impacto positivo en el conjunto de la clase trabajadora y en especial en las mujeres trabajadoras que son las que sufren más la precariedad. Las mujeres han sido víctimas de los contratos temporales en la mayoría de los casos, concretamente, en casi un 22,6% contra un 18% de hombres.
Por otro lado, las mujeres son las que mayoritariamente desarrollan las tareas peor retribuidas, siendo estas tareas en muchos casos de un valor social esencial. Otro de los aspectos de la reforma laboral es la aplicación de los convenios sectoriales, evitando la situación que vivían las camareras de pisos o las trabajadoras de las empresas multiservicios donde las empresas eludían el pago de los convenios de referencia.
Todos estos cambios legislativos salen fruto del diálogo social, poniendo en valor el papel que desarrolla el sindicalismo de clase y confederal que representa CCOO, siendo una herramienta útil para mejorar las condiciones de vida de la sociedad.
En la misma esfera que el dialogo social está la negociación colectiva en los centros de trabajo. El último RD 901/2020 obliga a las empresas de más de 50 trabajadores/as a establecer o renovar los Planes de Igualdad. Desde CCOO creemos que es el momento de llevar la movilización feminista a todos los ámbitos de la sociedad, incluido los centros de trabajo, convirtiendo a toda la plantilla organizada en un agente de igualdad, dinámico y socializador donde los derechos igualitarios no se queden en meros mensajes publicitarios de buena imagen, salgan de los tablones, puertas o campañas de publicidad y entren en las empresas.
En SEAT, como ya hemos explicado en varias hojas informativas, estamos inmersos en la negociación de un nuevo Plan de Igualdad. La parte del diagnóstico analizado hasta la fecha demuestra que en SEAT existe segregación tanto horizontal entre los diferentes departamentos y áreas como segregación vertical en puestos de dirección y responsabilidad. Existiendo en muchos casos porcentajes altos de infrarrepresentación femenina. Con carácter general, los porcentajes distan mucho del 60%-40% al que orienta el RD 901/2020.
Por eso, tal como hemos dicho anteriormente, vamos a negociar medidas que sirvan para corregir esa desigualdad y que promuevan la corresponsabilidad, pasando de las palabras a los hechos.
Otra de las cuestiones que se está negociando en el seno de la Comisión Negociadora, es el establecimiento de un protocolo de acoso laboral por razón de sexo, género y/o identidad sexo-afectiva, a lo que también obliga el RD 901/2020.
Por otro lado, estamos pendientes de otra de las obligaciones legales que le corresponde a la empresa que es presentar el resultado de la auditoria salarial retributiva. Auditoria que nos ha de valer también como diagnóstico para priorizar unas medidas u otras.
Como dato, y a pesar de la disminución progresiva en la última década debido en gran parte por la subida del SMI fruto del dialogo social, la brecha salarial entre hombres y mujeres en el conjunto del estado es del 24%, y en Cataluña del 26%.
Dato que evidencia la necesidad de centrar gran parte de nuestra acción sindical en la elaboración de planes de igualdad en las empresas y administraciones públicas que corrijan estas desigualdades.
Seguimos viendo como la extrema derecha y la derecha extrema, siguen construyendo un relato contrario al movimiento feminista intentando trasladar la idea de que se trata de una guerra de sexos. Nada más lejos de la realidad.
Defender la igualdad no implica menospreciar o castigar al otro género. El feminismo no habla de superioridad, ni discrimina al otro género, simplemente combate las desigualdades que sufren las mujeres por el hecho de ser mujeres por el rol de género que ha establecido un sistema patriarcal. La incorporación de mujeres en sectores muy masculinizados va directamente relacionada, porque no, con la de hombres en sectores muy feminizados.
Evidentemente los datos demuestran que quien sufre más la precariedad, los techos de cristal, la brecha salarial, las agresiones, el peso de los cuidados etc. son las mujeres. Por eso hay que poner el foco en esa desigualdad, pero la realidad es que, si conseguimos mayor igualdad en la sociedad entre hombres y mujeres, eso beneficiará al conjunto de la sociedad al establecer una cultura de igualdad: la igualdad de todos/as para todos/as.
MANIFESTACIÓN 8 DE MARZO 18:30H Plaça Universitat, Barcelona.
POR UN 8 DE MARZO SIN ESTEREOTIPOS, NI DISCRIMINACIONES, NI VIOLENCIAS, NI EN EL MUNDO DEL TRABAJO, NI EN NINGUN LUGAR.