POR OTROS 70 AÑOS DE SEAT
La historia de SEAT no se entiende sin tener en cuenta su origen en el contexto de dictadura franquista y de privación de derechos y libertades. Aquellas primeras décadas, junto al papel indisociable de SEAT del movimiento obrero organizado por los sindicatos de clase, que acabaría a la postre convirtiéndose en punta de lanza de la transformación social, de la conquista de la libertad y de los derechos fundamentales (sociales, laborales y políticos) en nuestro país, supuso la esencia de lo que hoy es SEAT.
La Sociedad Española de Automoviles y Turismo (SEAT) se constituye el 9 de mayo de 1950 con participación del Instituto Nacional de Industria (INI), de 6 bancos y de FIAT con un 7%. El 13 de Noviembre de 1953 se fabrica el primer SEAT, el 1.400. El 27 de junio de 1957 comienza a fabricarse el SEAT el mítico 600, modelo que, por su accesibilidad para la emergente clase trabajadora del país, democratizó la movilidad en la sociedad española.
Durante la década de los 60 se lanzan los modelos 1500 (1965), 850 (1966), 124 (1968). En 1967 se firma un nuevo acuerdo con FIAT y pasa a participar con un 36%. SEAT dispondrá entonces de un Centro de Desarrollo Técnico, naciendo así lo que posteriormente será el Centro Técnico de Martorell. Llegando en 1970 la plantilla a 23.500 personas, con una producción de 283.000 unidades.
Especial mención y recuerdo merece lo sucedido en octubre de 1971, hechos que preceden a la celebración de elecciones sindicales al 50% en mayo del 1971 y al gran triunfo en ellas de la Comisión Obrera de SEAT. Ese año SEAT decide unilateralmente modificar los horarios de trabajo negándose a negociar, comenzando un conflicto laboral al que responde la empresa con despidos y represión.
La lucha continuó hasta el punto culminante que representó la ocupación de la fábrica del 18 de octubre, el mayor enfrentamiento entre trabajadores/as y la policía franquista desde el final de la Guerra Civil. Como resultado un trabajador, Antonio Ruiz Villalba, fue asesinado por disparos de la policía franquista, otras muchas personas fueron detenidas, torturadas, encarceladas y heridas.
Esta fue una década marcada por la fuerte lucha sindical en defensa de las libertades y los derechos laborales, sociales y políticos, organizándose un fuerte movimiento opositor al régimen en las empresas.
En 1974 con una plantilla de 30.0000 personas y en plena crisis del petróleo, SEAT presenta sin acuerdo el primer ERE de 31 días. Los trabajadores/as realizaron paros, respondiendo la dirección con una suspensión de empleo a más de 18.000 trabajadores/as. La lucha de la plantilla culminó con una Asamblea en la Plaza Catalunya con 15.000 trabajadores/as uniformados con su mono azul de trabajo, que hizo tambalearse las estructuras del Régimen. La empresa se vio obligada a retirar las sanciones.
La lucha organizada de los trabajadores/as laboral continuó hasta que en Junio de 1977 se produce la readmisión total de todos los despedidos por motivos sindicales, sociales y políticos desde 1958.
En 1975 el INI obliga a SEAT a comprar la fábrica Automóviles Hispano-Ingleses (AUTHI) en Landaben, Pamplona, que había cerrado debido a la Crisis del Petróleo. La década finaliza en 1979 con el Real Decreto 816/1979, que sigue la directriz de multinacionalizar las empresas españolas. Con ello se confirma el Acuerdo de Integración con FIAT que pasa a poseer casi el 50% de SEAT. Durante esta década se lanzan nuevos los modelos 127 (1972), el 132 (1973), el 133 (1974), el131 (1975), el 128 (1977) y el Ritmo (1979).
En 1980, FIAT detecta en las cuentas de SEAT un déficit cercano a 20.000 millones de pesetas y se desvincula de sus compromisos de integración vendiendo al INI su participación al precio de 1 peseta.
En 1981 se define una nueva estrategia para SEAT que asegure a corto plazo su supervivencia, a medio plazo su desarrollo y a largo plazo su futuro, desarrollando tecnología propia de SEAT y buscando la colaboración de una importante multinacional del automóvil. Así llega en Septiembre de 1982 a Acuerdos de Tecnología con el Grupo Volkswagen (VW), manteniendo SEAT su independencia
Durante los años 1984 y 1985 el INI sanea la compañía y acuerda con VW la venta de acciones, firmando el 9 de Junio de 1986 el acuerdo por el que el Consorcio VW pasa a tener la mayoría del capital SEAT. En esa década se lanzan el Panda (1980), Ibiza (1984), Málaga (1985), Marbella (1986) y el Terra (1986).
En Febrero de 1993 se inaugura la fábrica de Martorell con un coste de 30.000 millones de pesetas. Ese año se producen unas perdidas históricas de 151.315 millones de pesetas cuando solo se esperaban 12.000. VW decide para afrontar la crisis cerrar parte de la Fábrica de Zona Franca (manteniendo en la actualidad chapistería y prensas). Se venden terrenos e Inmuebles como el ubicado en la Plaça Cerdà de Barcelona. La factoría de Landaben se segrega y será vendida a VW a finales de año.
VW aplica una severa restructuración con medidas de reducción de costes y aumento de la productividad, junto a medidas drasticas de reducción de plantilla pasando de 22.268 trabajadores y una producción de 578.432 unidades en 1992 a 12.896 trabajadores y 415.213 unidades en 1996.
Sin la implicación y participación de la plantilla organizada en los sindicatos de clase en la defensa de SEAT como marca integral, y sin el protocolo firmado en 1994 por el Gobierno del Estado español y de la Generalitat de Cataluña con el Grupo VW, mediante el cual entregaron ayudas por valor de 33.060 millones de pesetas, SEAT no hubiera tenido futuro
En 1996 SEAT empieza a fabricando sus coches en la plataforma del Grupo VW y le asigna a SEAT en un primer momento la división del segmento de coche pequeño y mediano, lanzando los modelos Arosa (1997), el Toledo II y el Ibiza III (1998) y el León (1999).
En el año 2002 se negocia el acuerdo histórico sobre Contrato Relevo. Este acuerdo ha permitido que accedieran a la merecida jubilación a la edad de 60 años más de 6.000 personas trabajadoras y contratar igual número de personas manteniendo el nivel de empleo.
Desde la fecha hasta hoy hemos visto como a SEAT se le encuadra en una estrategia fallida de segmento de coche deportivo dependiendo de Audi (2002), con modelos como el Altea (2004), el Nuevo Toledo (2004) y el León (2005), dejando el espació que había ocupado SEAT a la marca Skoda.
No ha sido hasta que SEAT se le encuadró nuevamente en el segmento de volumen del Grupo VW que ha vuelto a crecer, siendo sus últimos 5 años los mejores de su historia, destacando el salto al segmento SUV (2016) con los modelos Ateca, Arona y Tarraco. Éxito que ha supuesto el aumento de empleo y el reparto histórico de los benéficos gracias a la paga acordada en el 19 Convenio Col.
SEAT es la primera empresa exportadora de este país, siendo el auto en particular y la industria en general el motor del modelo económico y de convivencia de nuestro país, basado en el estado de bienestar (pensiones, dependencia, sanidad y educación pública).
El sector del automóvil en España ha demostrado sobradamente que tiene capacidad para adaptarse a los retos de futuro, que pasan por estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías (electrificación, movilidad sostenible, conectividad, Industria 4.0, etc)
La falta de un plan comercial e industrial en la actualidad de SEAT que garantice inversión en nuevas tecnologías y abra nuevos mercados, resulta preocupante. Solo hay que observar como en los últimos meses se ha retirado a SEAT de proyectos claves como la estrategia para entrar en China, o del desarrollo del coche eléctrico pequeño del grupo VW (Small BEV). Sin olvidar que hasta la fecha en la nueva estrategia de electro movilidad del grupo VW, SEAT tiene un papel testimonial (Mii).
España y Catalunya no se entienden sin el sector del Auto, sin empresas como SEAT y NISSAN que crean riqueza y empleo de calidad. Empresas como NISSAN y SEAT son el motor del modelo económico que permite el desarrollo social de este país. Por eso, la crisis del COVID-19 NO puede ser la excusa que lo justifique todo, que justifique el cierre de NISSAN sin que se revuelva el país entero contra ello, que justifique jugar y experimentar con una marca de 70 años como SEAT por pura avaricia financiera, poniendo en riego el empleo y la convivencia.
CCOO seguiremos luchando en defensa de NISSAN y por 70 años más de SEAT, exigiendo al Gobierno del Estado y a la Generalitat que defienda a la industria como sinónimo de progreso y desarrollo social.